El verdadero problema de la nación (los diputados)

Como todos sabemos vivimos en tiempos un tanto indescriptibles, debido a los abusos que nuestros dirigentes comenten. Hace dos años con dos meses aproximadamente caímos en la trampa mediática de los 20 años de mal gobierno, ahora somos bombardeados con una nueva de 5 años peores, pero en realidad lo único que se le puede criticar al órgano ejecutivo en estos 22 años, es la falta de valor de nuestros ex presidentes para enfrentar al órgano legislativo. No consideramos el hecho, que la gente en la asamblea legislativa lleva añales siendo diputados, un ejemplo de esta larga carrera es la del distinguido diputado Francisco Merino, el cual esta en su silla política desde 1984, luego paso a ser vicepresidente de la nación, posteriormente diputado del parlasen , para al fin regresar a la asamblea. Entre sus logros más distinguidos están: sus grandes borracheras, sus gastos excesivos en viajes y el intento de asesinato de una agente de la policía nacional civil. ¡PERO ES UN PADRE HONORABLE DE LA PATRIA¡. Y la lista continua por mencionar a unos cuantos: Ciro Cruz (que hoy hasta su hijo es diputado) , Milena Calderón de Escalón, Roberto Lorenzana, Rodolfo Parker, Orlando Arévalo, que juntos suman más de un siglo en la asamblea y si continuáramos la lista llegáramos a los 2 siglos , con razón quieren celebrar el bicentenario. El diputado parece ser un puesto vitalicio, aunque el pueblo no vote por ellos siempre llegan creando leyes solo para su beneficio, gastando excesivamente los fondos del estado que al final el pueblo es quien los paga, como senadores romanos discuten todos los jueves sin llegar nunca a ponerse de acuerdo, con la excepción de cuando se trata de subirse el sueldo o alguna ley que les haga ganar mas dinero, como buenos padres de la patria están pendientes de cualquier manifestación para hacer propaganda, protegidos con su fuero político son libres de hacer y deshacer y son tan cínicos de decir que luchan por la justicia como buenos súper héroes. En realidad la culpa de los problemas de la país, no la han tenido nuestros presidentes; los únicos culpables son los mismos que hacen las leyes, los mismos que se hacen ricos, los mismos por los cuales nunca votamos pero están ahí, los que venden palabras, los que levantan la mano, los que se llenan la boca con democracia, ellos los diputados, los únicos culpables. Pronto habrán elecciones nuevamente y ahí es donde nos haremos la pregunta del millón: ¿seguiremos dándole la oportunidad? o al fin nos revelaremos en contra de las deficiencias del órgano legislativo. El poder está en tus manos y la unión hace la fuerza.